Un reciente estudio realizado por Mass General Brigham en Estados Unidos, publicado en ‘European Heart Journal’, indica que el uso de CPAP en la apnea obstructiva del sueño (AOS) podría disminuir el riesgo de infarto y accidente cerebrovascular en pacientes con alto riesgo, pero podría incrementarlo en aquellos de bajo riesgo.
Este descubrimiento apunta a la necesidad de una estrategia personalizada al prescribir máquinas de CPAP para pacientes con AOS, con el objetivo de minimizar los eventos cardiovasculares adversos.
La AOS es un trastorno común donde los bloqueos en las vías respiratorias interrumpen el sueño de manera incontrolable. Las máquinas de CPAP ayudan a reducir estas interrupciones, aunque es incierto si también disminuyen el riesgo de enfermedades cardíacas.
Este estudio busca determinar si las máquinas de CPAP pueden también proteger contra eventos cardiovasculares en personas con AOS. Los resultados sugieren la importancia de un tratamiento más personalizado, que beneficie a quienes realmente lo necesitan y evite posibles daños en otros.
‘A través de nuestro estudio, encontramos un subgrupo de pacientes que experimentan beneficios cardiovasculares con el uso de CPAP’, menciona el doctor Ali Azarbarzin, de la División de Trastornos del Sueño y Circadianos del Hospital Brigham and Women’s, miembro fundador del sistema de salud Mass General Brigham.
ANALIZÓ DATOS DE TRES ENSAYOS PREVIOS
El equipo investigador analizó datos de tres ensayos anteriores con pacientes con AOS y patologías cardiovasculares. Participaron 3.549 pacientes, con una mediana de edad de 61 años, y fueron monitoreados durante un promedio de tres años para evaluar la incidencia de mortalidad cardiovascular, accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio.
En el análisis, el 16,6% de los que usaban CPAP tuvieron eventos cardíacos graves, en comparación con el 16,3% que no la usaban. Sin embargo, al dividir los pacientes en grupos de alto y bajo riesgo basado en marcadores de AOS, se notaron diferencias significativas.
En pacientes de alto riesgo, el uso de CPAP redujo el riesgo cardiovascular en un 17%, mientras que en los de bajo riesgo aumentó el riesgo en un 22%. La tendencia fue más marcada al evaluar los síntomas diurnos de los pacientes.
Los pacientes sin síntomas diurnos con alto riesgo tuvieron un 24% menos de eventos cardiovasculares, mientras que los de bajo riesgo tuvieron un aumento del 30% en estos eventos.
‘Cambiar la práctica clínica requerirá un estudio prospectivo adicional para validar nuestros hallazgos. Mientras tanto, los pacientes con AOS deben hablar con sus médicos para evaluar los posibles riesgos y beneficios de las diferentes opciones de tratamiento. Estas conversaciones pueden iniciar el proceso de personalizar la atención de la apnea obstructiva del sueño y reducir los eventos cardiovasculares en esta población vulnerable’, concluye el investigador.
