Sanidad

Una oftalmóloga alerta del auge del síndrome visual informático en todas las edades

Una oftalmóloga de Tenerife advierte del aumento del síndrome visual informático y detalla pautas clave para proteger la vista ante el uso intensivo de pantallas.

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La oftalmóloga Glenda Espinosa, especialista del Hospital Universitario Hospiten Bellevue (Santa Cruz de Tenerife), ha alertado de un incremento de diagnósticos de síndrome visual informático en personas de cualquier franja de edad, un cuadro que engloba fatiga visual y otras molestias oculares asociadas al uso prolongado de dispositivos con pantalla.

“Entre los síntomas más habituales se encuentran la sequedad ocular, visión borrosa, irritación ocular, dolores de cabeza, sensación de pesadez en los párpados y dificultad para mantener la concentración. Estos efectos, en gran medida, están relacionados con la falta de descanso visual y la sobreexposición continua a pantallas sin las medidas de protección adecuadas”, ha explicado la especialista.

Ante esta situación, Espinosa insta a incorporar rutinas de cuidado de la vista que ayuden a evitar la fatiga ocular y a minimizar el impacto de la exposición intensiva a móviles, ordenadores y tabletas. En este sentido, remarca la necesidad de controlar el tiempo que se pasa frente a las pantallas, introducir pausas de forma regular y favorecer actividades que requieran mirar a larga distancia y aprovechar la luz natural.

Como pauta concreta, la experta propone que por cada 20 minutos de trabajo o entretenimiento con pantallas se haga una pausa de 20 segundos fijando la mirada en un punto situado a más de seis metros. También recomienda optar por pantallas de buena calidad de imagen, procurar una iluminación homogénea y sin reflejos, colocar los dispositivos entre 50 y 60 centímetros de los ojos y ligeramente por debajo del eje de visión, además de recurrir al uso de lágrimas artificiales cuando sea necesario.

Asimismo, sugiere que niños y adolescentes dediquen al menos dos horas diarias a actividades al aire libre para favorecer un correcto desarrollo visual. Del mismo modo, insiste en la conveniencia de que toda la población, y especialmente los menores, se sometan a revisiones oftalmológicas periódicas siempre que no existan antecedentes personales o familiares de enfermedades oculares que requieran un seguimiento más estrecho.