Sanidad

Una psicooncóloga aconseja un enfoque realista y compasivo para vivir la Navidad durante el cáncer

Una psicooncóloga propone una Navidad más flexible, realista y compasiva para las personas con cáncer, evitando presiones, culpas y exigencias de perfección.

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Una psicooncóloga aconseja un enfoque realista y compasivo para vivir la Navidad durante el cáncer

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La psicooncóloga María Isabel González Fernández, del MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten, ha sugerido este viernes adoptar un enfoque “realista y compasivo” para que las personas con cáncer atraviesen la Navidad, unas fiestas que pueden resultar “desafiantes” por la fuerte carga emocional del proceso oncológico, en contraste con el “entusiasmo” propio de estas fechas.

Según explica, este contraste puede generar en el paciente una vivencia de “desconexión” o “culpa”, ya que la presión social por “estar bien” y la “exigencia” de mostrarse animado pueden desembocar en una sobrecarga emocional que oculte sus necesidades reales.

“Es importante que el paciente pueda verbalizar cómo se encuentra y oriente a su entorno en la adaptación de los planes en estos días según su estado, creando, por ejemplo, celebraciones más íntimas o menos exigentes”, ha señalado González, subrayando la relevancia de que el entorno se ajuste al momento vital del enfermo.

Para muchas personas en tratamiento, la Navidad se vive con una mezcla de melancolía y deseo de mantener cierta normalidad, a la vez que aparece el miedo a convertirse en una carga. Por ello, la especialista insiste en la necesidad de preservar una comunicación bidireccional, que permita tanto al paciente como a sus allegados reforzar vínculos y encontrar espacios compartidos de disfrute.

Asimismo, la psicooncóloga anima a no pretender reproducir navidades anteriores y a aceptar que la situación ha cambiado. Los encuentros navideños implican dinámicas sociales que exigen un esfuerzo extra al paciente por aparentar normalidad, lo que puede transformarse en una fuente de “autoexigencia y culpa” cuando su estado emocional no acompaña.

En ocasiones, añade, pueden convertirse en “protagonistas involuntarios” de las reuniones debido a su enfermedad, por lo que considera “importante” que el cáncer no monopolice la conversación y que sea la propia persona afectada quien decida si quiere o no abordar el tema.

Navidad sin perfección ni presión añadida

González advierte de que, en estas fechas, las redes sociales se llenan de publicaciones que proyectan una “imagen ideal de felicidad perfecta”, algo que puede resultar incómodo para el paciente y acentuar la distancia con lo que realmente está viviendo.

Por este motivo, recomienda hacer un uso consciente de estas plataformas, revisar qué contenidos sientan bien y limitar aquellos que generen malestar. También recuerda que, aunque cada vez existen más referentes oncológicos que muestran cómo afrontan la enfermedad y esto contribuye a una visibilización “positiva”, a algunos pacientes les despierta una sensación de presión respecto a su propia manera de enfrentarse al cáncer.

“Hoy en día existe mucha información sobre el autocuidado en el paciente oncológico en relación con la alimentación, el ejercicio o el descanso que, aun siendo acertada, en ocasiones es recibida por el paciente como una presión añadida. Durante las festividades se hace más necesario aún flexibilizar las recomendaciones y no buscar la perfección. El cáncer ha de incluirse en la toma de decisiones, pero no ha de ser el centro de estas”, ha expresado González.

De cara a unas fiestas más llevaderas, la experta sugiere apostar por rituales “sencillo y manejables”, alejados de la idea de una Navidad “perfecta”, y destaca que el papel de las personas del entorno es “esencial” para que el paciente se sienta acompañado sin agobios.

En esta línea, anima a preguntar directamente qué necesita el enfermo, a permitirle decidir su grado de implicación en los planes y a respetar sus límites, favoreciendo así un acompañamiento respetuoso y sin presiones innecesarias.

“Si planifica algo debe ser de manera flexible y evitar que se convierta en una obligación. Debe tener una mirada compasiva, que no tiene nada que ver con la lástima sino con conocerse, conectar con el sentir en cada momento y con sus necesidades, y comunicarlas de forma honesta”, ha concluido González.