El viernes, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) anunció la creación de una ‘lista verde’ dirigida a combatir la adquisición de medicamentos falsificados de péptidos similares al glucagón 1 (GLP-1), utilizados en el tratamiento de la obesidad y la diabetes. Entre estos se encuentran la semaglutida (‘Ozempic’ de Novo Nordisk) y la tirzepatida (‘Mounjaro’ de Eli Lilly), que han sido importados de otros países sin la debida aprobación.
Esta medida tiene como objetivo ‘ayudar a detener’ la importación de estos productos ‘potencialmente peligrosos de fuentes extranjeras no verificadas’, asegurando así la seguridad de la cadena de suministro y la protección de los pacientes en Estados Unidos.
La FDA ha aprobado algunos medicamentos con GLP-1 para manejar la diabetes tipo 2 y el control del peso. Sin embargo, la agencia ha identificado ‘versiones’ no autorizadas que presentan errores de dosificación, uso de formas de sal no aprobadas y eventos adversos serios que han necesitado hospitalización.
‘Los estadounidenses deben tener la confianza de que los medicamentos recetados que toman son seguros (…) Al fortalecer la supervisión de los principios activos importados y tomar medidas enérgicas contra las drogas ilegales que ingresan a Estados Unidos, estamos actuando para proteger a los consumidores de medicamentos GLP-1 de baja calidad o peligrosos’, afirmó Marty Makary, comisionado de la FDA.
La ‘lista verde’ incluirá principios activos fabricados en instalaciones que han sido inspeccionadas o evaluadas por la agencia, y que cumplen con sus ‘rigurosos’ estándares de fabricación.
‘Nuestra prioridad es proteger la salud pública garantizando que todos los ingredientes activos utilizados en los medicamentos GLP-1 se obtengan de fabricantes que cumplen con las normas (…) La lucha contra los ingredientes activos GLP-1 extranjeros ilegales en la frontera es fundamental para esta labor’, declaró George Tidmarsh, director del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA.
Las autoridades de EE.UU. han vinculado esta problemática con el deseo de la población de adelgazar, especialmente ante la creciente popularidad de fármacos como ‘Ozempic’, que ha resultado en la circulación de versiones ‘falsas’ a lo largo del país.