La investigación realizada por la UNED, bajo la dirección de Alejandro Higuera Matas, catedrático de Psicobiología y decano de la Facultad de Psicología, indica que la combinación del consumo de cannabis durante la adolescencia con infecciones durante el embarazo puede provocar alteraciones cerebrales que elevan el peligro de sufrir esquizofrenia.
El estudio analiza cómo ciertos elementos ambientales y genéticos pueden interactuar durante el desarrollo humano, incrementando la susceptibilidad a padecer trastornos psicóticos. «El cannabis sí puede abrir una puerta a los trastornos psicóticos, pero solo en aquellos individuos con un riesgo especial, como aquellos que han sido expuestos a alguna infección durante su desarrollo prenatal», explica Higuera.
Utilizando modelos animales a los que se administró THC junto con una infección prenatal simulada, el estudio buscó identificar si existían alteraciones cerebrales específicas. «Nuestra pregunta era si habría cambios cerebrales específicos en los animales expuestos al cannabinoide y a la infección que no se dieran ni en los animales expuestos solo a la infección o al THC durante la adolescencia», señala Higuera.
Los resultados revelaron que únicamente los animales expuestos a ambos factores mostraron alteraciones cerebrales asociadas a la esquizofrenia, incluso antes de manifestarse síntomas conductuales. También se detectaron cambios en la expresión de genes relacionados con la plasticidad sináptica, el sistema inmune del cerebro y el metabolismo de neurotransmisores importantes.
El análisis de sangre de estos animales ayudó a identificar posibles marcadores diagnósticos aplicables a humanos. Aunque el cannabis no causa esquizofrenia directamente, actúa como un catalizador en cerebros con predisposiciones previas. «Esto abre una vía muy interesante para la prevención, al permitirnos identificar a los individuos más vulnerables», afirma Higuera. La investigación destaca la relevancia de los factores ambientales acumulativos en el desarrollo de la esquizofrenia, desafiando la trivialización del consumo de cannabis, especialmente en adolescentes.















