Vaginismo: un desafío para la concepción natural que demanda un abordaje integral

Clara Colomé, ginecóloga y directora médica de IVI Mallorca, indica que el vaginismo interfiere en la concepción natural al obstruir las relaciones sexuales con penetración y necesita un abordaje completo y multidisciplinar que atienda tanto causas físicas como psicológicas, siendo estas últimas las más habituales.

Esta disfunción sexual afecta al 12% de las mujeres en España, de acuerdo con la Sociedad Española de Medicina General (SEMG). Se manifiesta mediante una contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico alrededor de la vagina, causando dolor durante el coito, malestar continuo o dificultad para la penetración, así como desagrado intenso durante exámenes ginecológicos de rutina, al utilizar tampones o en la aplicación de tratamientos vaginales.

«Sin embargo, tener vaginismo no significa que la mujer no pueda excitarse o experimentar placer, más bien, limita la práctica del coito con penetración. Y, por tanto, la fecundación por vía natural se complica», expresa la doctora Colomé. Es fundamental aclarar que el vaginismo no tiene un impacto directo en la fertilidad, no afecta al funcionamiento del sistema reproductivo ni incrementa el riesgo de aborto.

Entre las causas más comunes del vaginismo se encuentran factores psicológicos como los tabúes o prejuicios sobre la sexualidad, desconocimiento de la anatomía femenina, baja autoestima, experiencias sexuales adversas, traumas anteriores como abusos o agresiones sexuales, o ansiedad. Aunque menos frecuentes, también contribuyen causas físicas como un himen rígido, infecciones o úlceras vaginales, inflamación de las glándulas de Bartolino, traumas relacionados con el parto o un aborto, reducción de estrógenos en la sangre, especialmente durante la menopausia, o tumores en la zona pélvica.

Colomé distingue dos tipos de vaginismo: el primario, que se manifiesta en mujeres que nunca han logrado tener relaciones sexuales con penetración y que generalmente se diagnostica en adolescentes o mujeres jóvenes; y el secundario, que ocurre en mujeres que anteriormente sí pudieron tener relaciones sexuales con penetración.

Para su tratamiento, la especialista subraya la necesidad de un enfoque integral y multidisciplinar, abarcando aspectos psicológicos y ginecológicos. Pueden ser beneficiosas prácticas como la fisioterapia del suelo pélvico, la terapia cognitivo-conductual, el uso progresivo de dilatadores vaginales y, en casos específicos, otras intervenciones psicológicas personalizadas.

«En cualquier caso, el abordaje integral es clave para su tratamiento. Y la comunicación, si hay una pareja en la ecuación, es esencial», enfatiza.

TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN ASISTIDA: ALTERNATIVA PARA SER MADRE

La directora médica de IVI Mallorca asegura que muchas mujeres pueden retomar su vida sexual con normalidad tras el tratamiento. Cuando esto no sea posible y persista el deseo de maternidad, Colomé subraya que las técnicas de reproducción asistida son una opción a considerar.

«Aunque el vaginismo puede suponer un obstáculo para algunas mujeres en edad fértil, no es una barrera insalvable, debido a los diversos métodos de reproducción asistida que existen hoy en día y un enfoque muy personalizado», destaca. Asimismo, menciona que en estos casos se suele recurrir a la inseminación artificial, que implica la introducción de espermatozoides seleccionados en el útero de la mujer, o la fecundación ‘in vitro’, donde se extraen los óvulos de la mujer para ser fecundados con el esperma del varón en una placa de cultivo.

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