Este martes se ha dado a conocer en Madrid la Asociación SDDR para España, liderada por José María Bonmatí, director general de AECOC. Esta nueva entidad, que «liderará» el proceso de retorno de envases de bebidas en el país, fue creada con el apoyo de destacados integrantes del sector con el objetivo de fomentar la recogida separada de ciertos envases de bebidas en España «desde la unidad y mediante un proyecto de colaboración abierto a quienes deseen sumarse».
La tasa de recogida de botellas de plástico de un solo uso en España alcanzó solo el 41,3% en peso del total introducido al mercado, una cifra muy por debajo del 70% estipulado por la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular para este año, según un informe de noviembre del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Esto indica la necesidad de establecer un SDDR a nivel nacional antes de finalizar 2026.
En diciembre, desde el Gobierno se aclaró en una interpelación parlamentaria que la responsabilidad de implementar el SDDR en España recae en los productores y no en Transición Ecológica, de acuerdo con el artículo 59 de la Ley de Residuos.
Durante la presentación de la Asociación SDDR para España, se destacó que no es posible «importar» directamente los modelos de SDDR de otros países debido a las diferencias en los sistemas de distribución y hostelería. Se anticipa que el sistema español será «uno de los más grandes de Europa», tanto por la cantidad de envases y puntos de retorno, como por la estructura de distribución y la importancia del sector HORECA en España.
El país dispone de aproximadamente 500.000 puntos de venta, incluyendo comercios y locales del sector HORECA, y necesita implementar el sistema en más de 8.000 municipios, cerca del 60% de los cuales tienen menos de 1.000 habitantes. El flujo de los 94 millones de turistas que visitan España cada año también complica el desarrollo del proyecto.
Los involucrados han subrayado la importancia de establecer un marco normativo efectivo para «un modelo que funcione» y han hecho un llamado a «trabajar mano a mano» con la administración. Es crucial, según ellos, establecer una coordinación efectiva con la administración y otros ‘stakeholders’, y centrar el modelo en el consumidor. Además, enfatizan la necesidad de definir los plazos y alcances de manera coherente, pero comenzar a trabajar lo antes posible, pese a la incertidumbre existente.