La diócesis de Barbastro-Monzón ha sugerido al Vaticano que el Santuario de Torreciudad obtenga el reconocimiento y la erección canónica como Santuario Internacional, quedando bajo la dependencia directa de la Santa Sede. Mientras tanto, el Opus Dei se encuentra «a la espera» de lo que decida el Vaticano.
En un comunicado emitido recientemente, la diócesis ha presentado a la Santa Sede una iniciativa relacionada con el complejo de Torreciudad. Proponen específicamente «que Torreciudad, actualmente oratorio semipúblico, sea reconocido y erigido canónicamente como Santuario Internacional, bajo la dependencia directa de la Santa Sede».
También buscan que se concrete la idea de «puedan hacerse realidad las aspiraciones de la Prelatura del Opus Dei de impulsar la Ruta de San Josemaría y la Ruta Mariana Internacional», sugiriendo que «la Santa Sede, como autoridad competente, sea la responsable e interlocutora natural (constituyéndose como un ámbito extraterritorial)»; y que el Opus Dei tenga la facultad de «designar así libremente, conforme a derecho, al rector del nuevo santuario».
Adicionalmente, la diócesis propone que el futuro santuario internacional «goce de independencia económica respecto de la diócesis de Barbastro-Monzón y, como dependiente de la Santa Sede, sea esta quien audite y apruebe sus cuentas, así como las de las sociedades y fundaciones asociadas al complejo», renunciando a «cualquier beneficio o remuneración» por parte de ellas, así como a cualquier responsabilidad patrimonial o de otro tipo.
Asimismo, se solicita que la imagen original de la Virgen de Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad y la primitiva pila bautismal de la catedral de la Diócesis de Barbastro –trasladada a la Casa General de la Prelatura en Roma–, donde fueron bautizados «tantos mártires» de la diócesis «se devuelvan a sus lugares originales donde han sido venerados desde tiempos inmemoriales».
La prelatura del Opus Dei, por su parte, ha confirmado tener «conocimiento» de este comunicado y se mantiene «a la espera» de la decisión del Vaticano. «Como es conocido, el 9 de octubre de 2024 la Santa Sede nombró a Mons. Alejandro Arellano comisario pontificio plenipotenciario para estudiar esta cuestión. A lo largo de estos meses nos hemos puesto a su total disposición para todo lo que ha requerido y estamos a la espera de su resolución», concluye el comunicado.