El antiguo ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha presentado un recurso de apelación ante el Tribunal Supremo para anular el auto que le acusa, junto al exasesor Koldo García y al empresario Víctor de Aldama, de irregularidades en contratos de mascarillas durante la crisis sanitaria. Ábalos argumenta que se encuentra «abocado a un cadalso» en un proceso que considera desequilibrado.
Su defensa, liderada por el exfiscal Carlos Bautista, insiste en la inocencia de Ábalos y solicita, como medida alternativa, un auto de sobreseimiento provisional. Rechaza además cualquier acusación de haber recibido comisiones y sostiene la legalidad de todos los contratos firmados.
El recurso critica duramente los fundamentos del auto, basados principalmente en declaraciones del imputado Aldama, y cuestiona la validez de las pruebas presentadas, que se reducen a fotocopias de documentos oficiales y notas personales sin verificación de su antigüedad. La defensa también apunta a una posible «investigación clandestina» y denuncia una serie de irregularidades procesales que, a su juicio, vulneran el derecho a un proceso justo y la inmunidad parlamentaria de Ábalos como diputado.
Finalmente, Ábalos desmiente que su hijo Víctor esté relacionado con cualquier actividad financiera ilícita, enfatizando que no existe prueba alguna que vincule a su familia con los hechos investigados.











