Un hombre procesado por agredir a su expareja y provocarle “múltiples lesiones”, entre ellas la fractura de una costilla, ha pactado una rebaja de la pena en el juicio celebrado este martes en la Audiencia Provincial de A Coruña. El acusado, que inicialmente se enfrentaba a una solicitud de hasta 15 años de prisión, ha asumido finalmente una condena de seis años y diez meses de cárcel, además de trabajos en beneficio de la comunidad.
De acuerdo con el escrito del Ministerio Fiscal, los hechos se produjeron en la ciudad herculina, donde ambos mantenían una relación sentimental, “pero el comportamiento del varón siempre fue agresivo hacia ella, tanto verbal como físicamente”.
La Fiscalía destaca que el acusado “siempre” impuso su voluntad y control sobre la mujer, a la que infundía miedo con expresiones como “te voy a matar”; “te voy a quemar viva” o “un día vas a aparecer muerta”.
El relato acusatorio sostiene que el hombre generó en la víctima un “sentimiento de inferioridad, miedo y humillación permanente” y que, “varias veces”, llegó a mostrarle cuchillos o navajas de forma intimidatoria.
En ese clima de violencia, durante el verano de 2024, el procesado realizó a su entonces pareja un corte superficial en el abdomen con una navaja. Aunque la mujer no acudió a un centro sanitario, le quedó una “cicatriz lineal de 1,2 centímetros”.
Meses después, en diciembre de 2024, el acusado “agarró violentamente la mujer” del pelo y le asestó “varios puñetazos”, además de “innumerables patadas”. En la posterior exploración médica se le apreciaron “múltiples lesiones contusas” en la cabeza, cara, boca fracturada, cuello, brazo izquierdo, zona lumbar y tórax, donde se confirmó la rotura de una costilla.
Por estos hechos, calificados como delitos de injurias, amenazas, maltrato de género y lesiones, con las agravantes de parentesco y género, así como por haberse cometido en el domicilio que compartían, el acusado ha aceptado, tras el acuerdo alcanzado entre Fiscalía, acusación particular y defensa, una pena total de seis años y diez meses de prisión, la realización de jornadas de trabajo en beneficio de la comunidad y una orden de alejamiento respecto de la víctima.