La Guardia Civil ha centrado su investigación en una mujer con un historial de violencia y de incendios previos, tras el siniestro en una residencia de ses Païsses, Ibiza, donde un anciano perdió la vida. Los desacuerdos previos con la familia del fallecido y su conocimiento detallado de la casa han sido claves en la dirección de las pesquisas.
En el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Palma, los agentes han testificado este miércoles, destacando las pruebas obtenidas de las cámaras de seguridad de la vivienda de la sospechosa. Las imágenes captaron a la mujer saliendo y regresando con ropa diferente y el rostro oculto bajo un velo, coincidiendo con los tiempos del incendio reportado por un vecino. “Llevaba un velo para que los vecinos no la vieran”, indicaron los agentes, asegurando que la persona en las imágenes es la acusada “sin ningún género de dudas”.
Los primeros análisis del lugar del incendio apuntaron inicialmente al hijo de la víctima, aunque fue rápidamente exonerado al confirmarse su estancia en el hospital en ese momento. Las sospechas recayeron entonces sobre la mujer acusada, señalada tanto por conflictos familiares como por expertos psiquiatras por la relación manipuladora que mantenía con el hijo de la víctima. Además, una psiquiatra afirmó que la acusada ya había estado implicada en otro incendio mortal.
El juicio continúa en la Audiencia Provincial, donde se acusa a la mujer de asesinato e incendio, con la Fiscalía solicitando una pena de prisión permanente revisable. El Ministerio Público ha destacado la vulnerabilidad de uno de los ancianos, quien no pudo escapar y murió en el acto.











