En la segunda sesión del juicio por parricidio en Sota de Valderrueda, León, el acusado ha reconocido su papel en los acontecimientos. «Asumo los hechos ocurridos que se enjuician. Soy consciente de que he sido yo en el estado en que estaba», declaró ante el tribunal.
«Los hechos así lo dicen y estoy detenido por ello», añadió, explicando que el consumo excesivo de alcohol fue un factor descontrolado que contribuyó a la tragedia. «Simplemente no identificaba lo que estaba haciendo ni me creo los hechos que me imputan hasta semanas después», explicó.
El incidente fatal ocurrió el 29 de diciembre de 2023, culminando en la muerte de su padre el 2 de enero de 2024. Durante su declaración, rechazó las afirmaciones previas sobre su deseo de renovación generacional y negó tener deudas o conflictos con su progenitor, subrayando su sinceridad: «Soy consciente de la muerte de mi padre. No me interesa adornar ni mentir».
Los médicos forenses detallaron que la víctima sufría de múltiples patologías crónicas, incluyendo problemas respiratorios severos y diabetes, lo que le confería una alta vulnerabilidad. Además, señalaron que el acusado, a pesar de haber bebido, no mostraba signos de intoxicación severa y era consciente de sus actos, destacando que la causa de la muerte fue un fuerte golpe y no una caída accidental.
Finalmente, los expertos descartaron que el acusado sufriera de trastornos mentales o por uso de sustancias, calificando la amnesia que alegó inicialmente como una «amnesia de conveniencia».











