La entidad El Defensor del Paciente ha presentado una queja formal ante la Fiscalía de Cantabria por el fallecimiento de una anciana de 81 años con demencia, ocurrido en noviembre de 2024, después de someterse a una mastectomía en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. La organización demanda una investigación exhaustiva y la asignación de responsabilidades por lo sucedido tras esta intervención médica, que fue explícitamente rechazada por los parientes de la paciente, quien vivía en el Centro de Atención a la Dependencia (CAD) de Cueto, Santander.
La asociación ha solicitado la intervención del fiscal superior de la comunidad autónoma, Jesús Dacio Arteaga, argumentando que la muerte podría estar relacionada con un error médico, seis semanas después de una cirugía que pretendía “mejorar su calidad de vida”. Esta petición surge después de que la asociación contactara al consejero de Salud, César Pascual, quien derivó el asunto al Servicio de Atención al Usuario de Cantabria. Este servicio, sin embargo, se abstuvo de responder directamente a la hija de la fallecida, residente en Francia y representada por El Defensor del Paciente, alegando protección de datos.
Según la asociación, la falta de atención y respuesta de la Consejería refleja un desinterés ante la muerte de la paciente, que padecía una demencia fronto-temporal semántica grave, y que era completamente dependiente y afásica, según los detalles proporcionados por su hija. La hija también explicó que a principios de 2024, los médicos de Cueto y más tarde los oncólogos y cirujanos de Valdecilla informaron sobre un pequeño tumor mamario, programando una mastectomía paliativa en agosto, a pesar de la oposición de la familia.
La operación se realizó el 18 de septiembre, sin el conocimiento previo del CAD hasta el día anterior. La anciana sufrió complicaciones postoperatorias que requerían más curas, nuevas operaciones y medicación adicional, y murió el 1 de noviembre, “seis semanas después” de la cirugía.