Un agente enfrentado a cargos en el proceso que examina la Audiencia Nacional contra Óscar Sánchez, anterior líder de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Jefatura Superior de Madrid, por supuesto narcotráfico, ha admitido haber verificado unas placas de vehículo. Sin embargo, ha aclarado que no logró obtener esa información y que ignoraba si se emplearía en las operaciones de la organización criminal.
Estas declaraciones fueron realizadas el martes, de acuerdo con fuentes judiciales citadas por Europa Press, frente al magistrado del Juzgado de Instrucción Número 1, Francisco de Jorge, quien investiga una posible organización criminal relacionada con el tráfico de cocaína, donde el exjefe de la UDEF habría jugado un rol crucial y ocultaba aproximadamente 20 millones de euros en su hogar y oficina.
El policía ha comentado que realizó dichas consultas en bases de datos policiales a solicitud de otro investigado, Eduardo Montero, a quien conocía desde hace tiempo y ha negado conocer cualquier participación de este en la red de narcotráfico. El agente ha sostenido que hizo las consultas como un favor por cuestiones familiares y ha enfatizado que no proporcionó ninguna información al no encontrarla, desligándose así de las actividades de Montero.
Además, otro policía que testificó sobre su participación en la custodia de 13 toneladas de cocaína encontradas en el puerto de Algeciras (Cádiz), ha defendido su labor en el manejo del estupefaciente incautado, añadiendo que no tuvo ninguna implicación en el análisis ni en la destrucción posterior de la droga.
EL PAPEL JEFE DE LA UDEF
La operación de noviembre de 2024 llevada a cabo por la Policía y la Agencia Tributaria fue considerada el mayor decomiso de esta droga en España y el segundo en Europa. La investigación liderada por el juez abarca diversas empresas supuestamente vinculadas al narcotráfico y sugiere que la trama contaba con la ayuda de Óscar Sánchez, exjefe de la UDEF en Madrid y encarcelado junto a su esposa, también policía.
Se presume que el exdirector de antiblanqueo ingresaba datos en los sistemas informáticos policiales sobre contenedores y empresas. A cambio de dinero de los ‘narcos’, este sistema permitía al funcionario policial detectar si eran objeto de otras investigaciones y podía alertar a los líderes del grupo criminal.