Álvaro García Ortiz defiende su papel como fiscal general y confirma su fe en el sistema judicial: Creo en la verdad

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.POOL

En la reciente apertura del año judicial llevada a cabo en el Tribunal Supremo, Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, ha destacado, pese a enfrentarse a «singulares circunstancias» por su «situación procesal», su posición y ha reafirmado su confianza en el sistema judicial, además de alertar que la institución «no sucumbe a los ataques de los delincuentes».

«Es un honor, como jurista, como fiscal y como ciudadano de este país, estar hoy aquí –en mi condición de fiscal general del Estado– en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo; en este acto solemne y reglado presidido por el jefe del Estado; y participar, como dispone la ley, en la apertura de un nuevo curso judicial en España», inició su intervención García Ortiz.

El líder del Ministerio Público ha expresado su plena conciencia sobre las «singulares circunstancias» que rodean su participación, derivadas de estar cerca de enfrentar un juicio en el Supremo por la supuesta revelación de secretos a Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.

Ante la posibilidad de un rechazo público por parte del ámbito judicial, se ha decidido no realizar ningún tipo de boicot. Sin embargo, las asociaciones APM, AF y APIF le sugirieron no asistir, mientras que miembros conservadores del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han comunicado a la presidenta del Consejo, Isabel Perelló, la «inconveniencia» de su presencia, aunque el sector progresista del CGPJ ha defendido su asistencia como mandato legal.

«Respeto todas las opiniones que sobre el particular puedan manifestarse y solo haré una mención al respecto en este discurso: Si estoy aquí, como fiscal general del Estado, es porque creo en la Justicia y en las instituciones que la conforman. Creo en el Estado de Derecho, en la independencia del Poder Judicial, en los principios de legalidad e imparcialidad. Y, por supuesto, también en la verdad», concluyó.

Además, ha realizado «un humilde llamamiento» para «reclamar el máximo respeto a la función de la Fiscalía española» y «al trabajo de todos los fiscales», destacando que es una «institución fuerte», «sólida, confiable, que vertebra un país y que garantiza el cumplimiento de la ley». «Una institución enérgica, activa, que no sucumbe ante los embates o ataques de los delincuentes», subrayó.

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