Este lunes, la Audiencia Nacional analiza la situación de un sujeto imputado por emplear plataformas digitales para difundir y reforzar las doctrinas del yihadismo, así como para intentar instruir a otros en estas creencias.
Según el documento de acusación de la Fiscalía, mencionado por Europa Press, se propone una condena de cinco años de prisión por adoctrinamiento pasivo terrorista, o en su defecto, tres años de cárcel y una multa de 10.800 euros por enaltecimiento del terrorismo.
La Fiscalía argumenta que Adil E. C. mostró una «evolución progresiva en sus creencias religiosas» que lo condujeron a una plena aceptación de las posturas de la organización terrorista DAESH.
Adil E. C. fue arrestado en noviembre de 2023, y inicialmente fue encarcelado en prisión preventiva. Esta medida fue modificada en 2024, otorgándole la libertad provisional.
El Ministerio Público señala que el acusado utilizaba sus redes sociales no solo para adquirir material formativo yihadista, sino también para «exaltar el terrorismo islámico y a sus autores y para establecer contacto con terceros a quienes formar a su vez en este ideario».
Desde finales de 2016 hasta principios de 2017, el acusado empezó a publicar imágenes de una espada con inscripciones en árabe, simbolizando a la bandera del Estado Islámico, según detalla la acusación.
Con el tiempo, su actividad en redes se hizo más intensa y personalizada, buscando una interacción más directa y privada con sus seguidores, según indica la Fiscalía. En un registro domiciliario en Almería, se confiscaron dispositivos con material propagandístico yihadista y discursos de líderes salafistas que instaban a la yihad y el martirio.