Este martes ha dado inicio en la Audiencia Provincial de Barcelona el juicio contra los cinco implicados en el caso conocido como la ‘manada de Castelldefels’. Esta agrupación está acusada de perpetrar agresiones sexuales a tres mujeres y de grabar y difundir un vídeo íntimo de una cuarta sin su consentimiento, entre marzo y mayo de 2021.
La Fiscalía solicita para ellos penas que van desde los 28 hasta los 53 años, sumando un total de 196 años de prisión. Según la acusación, los imputados se aprovecharon del cierre perimetral por la pandemia para atraer a sus víctimas a fiestas privadas en una vivienda de Castelldefels, donde las sometieron a un ambiente de dominación que anulaba su capacidad de reacción.
Además, estos individuos, junto a otros, formaron parte de un grupo de Whatsapp denominado ‘K-Team’, donde seleccionaban a sus víctimas y compartían detalles de sus crímenes. Una de las conversaciones interceptadas muestra la precaución de uno de ellos ante la posibilidad de ser denunciado: «Te pasaría el teléfono de una que es muy guarra y está bien, pero no me fío porque a esa sí la veo capaz de denunciarme».
TRES PRESUNTAS VIOLACIONES
Los ataques descritos por la Fiscalía incluyen tres incidentes distintos donde las víctimas fueron violentadas sexualmente. En el primero, la víctima, con una discapacidad conocida por uno de los acusados, fue invitada a su casa donde fue forzada a tener relaciones sexuales por tres de los acusados tras ser embriagada y medicada. En otro incidente, una mujer fue forzada a prácticas sexuales tras una interrupción abrupta de dos acusados durante un encuentro consensuado. El tercer caso relata cómo una joven, tras una cita concertada por redes sociales, fue grabada sin su consentimiento durante un encuentro sexual.
La Fiscalía también acusa a los cinco de formar un grupo criminal y pide indemnizaciones que ascienden a 212.325,95 euros por daños morales. El juicio está programado para concluir el próximo jueves, 25 de septiembre.
