Un varón ha sido sentenciado por el Juzgado de lo Penal número 5 de Pamplona a cumplir 2 años y 10 meses de cárcel por agredir, amenazar e insultar reiteradamente a su esposa a lo largo de 16 años en una localidad ribereña de Navarra.
La resolución judicial, ahora en proceso de apelación ante la Audiencia Provincial, establece que el acusado, de 45 años, no podrá aproximarse a menos de 100 metros ni contactar con la denunciante durante 7 años.
El Tribunal Superior de Justicia de Navarra detalla que la pareja inició su relación en 2002 y contrajo matrimonio al año siguiente, separándose en 2019, con la sentencia de divorcio emitida en enero de 2020.
Desde el inicio de su convivencia, el hombre sometió a la mujer a un «clima de agresión (físico, verbal y psicológico) constante sin otra finalidad que la de mantener una situación de permanente dominación, intimidación, imposición y desprecio sistemático hacia ella impidiendo su libre desarrollo como persona y consiguiendo su anulación ante el temor y la humillación reiterada, consolidando de esta manera el acusado una posición de superioridad dentro de la relación». La actitud «amenazante e intimidante» del condenado era una constante, manifestándose en empujones, gritos y destrucción de objetos. En cierta ocasión, se acercó a su esposa en la cocina, la agarró por la clavícula y le amenazó con matarla ese mismo día. Además, la insultaba diciéndole que era «una gorda de mierda, que le daba asco, que ojalá se cogiera un cáncer y se muriera, que a ver para qué se cuidaba si iba a estar fea igual, que no le iba a tocar ni con un palo; que no valía nada y que nunca encontraría a nadie».
Estos abusos y humillaciones ocurrían frecuentemente en el hogar y delante de sus hijos. La mujer decidió no solicitar ninguna compensación económica por daños y perjuicios.
La magistrada ha impuesto al acusado penas que incluyen 2 años de prisión por maltrato habitual, 10 meses por amenazas, 30 días de trabajos comunitarios por injurias y vejaciones, además de 56 días de trabajos comunitarios por cada uno de los dos delitos de maltrato. No obstante, ha sido absuelto de un delito de maltrato habitual en relación a dos de sus hijos.