La Audiencia Provincial de Huelva ha impuesto a un varón una pena de tres años y nueve meses de prisión como autor de un delito contra la salud pública, además de dos multas de cuatro millones de euros cada una, tras ser sorprendido en mayo de 2022 cuando transportaba cerca de 1,2 toneladas de resina de cannabis en una embarcación de recreo situada a unas diez millas de la costa de Matalascañas.
De acuerdo con la sentencia, consultada por Europa Press, quedó acreditado que sobre las 17,00 horas del 27 de mayo de 2022, efectivos del Servicio Marítimo Provincial de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva se encontraban a bordo de su patrullera realizando labores de vigilancia y de prevención de la entrada de drogas por el litoral onubense, cuando divisaron un conjunto de tres barcos que navegaban a unas diez millas de Matalascañas (Almonte).
Dos de las naves eran pesqueros de la zona, conocidos por los agentes, por lo que decidieron acercarse a comprobar la tercera, una embarcación recreativa desconocida para ellos, cuyos ocupantes emprendieron la huida en dirección a la desembocadura del río Guadalquivir en lugar de detenerse para una inspección rutinaria, pese a que se les requirió en repetidas ocasiones “con señales acústicas y luminosas y a través de los altavoces” a lo que “hicieron caso omiso”.
Se inició entonces una persecución por parte de la patrullera de la Guardia Civil que concluyó alrededor de las 18,00 horas, momento en el que los agentes, “sin perder de vista en ningún momento la embarcación”, lograron interceptarla a unas 3,5 millas de la playa del Inglesito.
Al acceder a bordo, los agentes observaron desde la cubierta “numerosos fardos de arpillera que se encontraban a la vista” y procedieron a identificar y detener a los tripulantes: el ahora condenado, mayor de edad y con antecedentes penales cancelables, y otras dos personas que ya habían sido enjuiciadas por los mismos hechos.
Tras el registro de la embarcación —que fue igualmente intervenida—, los efectivos del Instituto Armado decomisaron un total de 60 fardos de arpillera distribuidos por la cocina, el pasillo y el camarote, con un peso global de 1.186.650 gramos de resina de cannabis, cuyo valor en el mercado ilícito habría superado los 3,7 millones de euros.
En consecuencia, el tribunal condena a este hombre a tres años y nueve meses de prisión como responsable de un delito contra la salud pública y al abono de dos multas de cuatro millones de euros, si bien se declara su situación de insolvencia. La resolución judicial adquirió firmeza el pasado 15 de octubre de 2025.