Condenan a un hombre a prisión por sustraer un retablo barroco de un palacio en Cantabria

Un hombre es condenado a prisión por robar un retablo barroco de un palacio en Cantabria, del que fue desalojado.

Archivo - Acusado en el juicioEUROPA PRESS - Archivo

La Audiencia Provincial de Cantabria ha impuesto una pena de un año y tres meses de cárcel y una multa de 1.440 euros a un hombre por la sustracción indebida de un retablo barroco del siglo XVIII, situado en la capilla de un palacio que alquilaba en Hoznayo, Entrambasaguas, del que fue expulsado por no pagar el alquiler.

La sentencia, que aún puede ser apelada ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la región, también establece que el acusado debe compensar con 61.750 euros a los dueños del inmueble.

Durante el juicio, el implicado negó haber tomado el retablo y otros objetos antes de ser desalojado y alegó que solo encontró “unas maderas” en un lugar “abandonado”, “abierto por todos lados” y afectado por la polilla. Sin embargo, el tribunal determinó que él fue quien se llevó los objetos, ya que tenía acceso exclusivo al lugar como arrendatario del complejo.

TAMBIÉN HABÍA UN CONFESIONARIO, UN CRISTO Y UNA BALAUSTRADA

Según la resolución judicial, el condenado había firmado un contrato de arrendamiento de la Casa Palacio de Torrehermosa, que incluía varios edificios y una capilla con varios objetos de valor, que desaparecieron tras el cese del pago de una renta mensual de 4.000 euros y la consiguiente restitución judicial del inmueble.

El tribunal reconoció que el acusado “procedió a desmontar el retablo de la capilla, incluido el cristo de su parte superior, y junto con la balaustrada y otros elementos se los llevó, disponiendo de ellos en su interés”.

El valor de todos los objetos sustraídos ha sido evaluado en 61.750 euros, cantidad que ahora debe ser indemnizada a los propietarios.

El acusado se defendió argumentando que el retablo no estaba en el inmueble, admitiendo que había desechado lo que encontró en la capilla porque no le era útil, aunque negó conocer qué era un retablo. Sin embargo, la prueba presentada y la declaración de los afectados, junto con el catálogo del Patrimonio Cultural del Gobierno de Cantabria y un perito, confirmaron la presencia inicial del retablo en la capilla.

Así, se evidencia que el acusado tenía acceso exclusivo a la finca y que, tras el desalojo, la capilla quedó vacía, llevándose él los objetos para su propio beneficio, concluyó la Audiencia.

Personalizar cookies