Francisco Correa, cabecilla de la red Gürtel, reveló en la Audiencia Nacional su deseo de mudarse a Panamá para evitar el pago de impuestos durante el último juicio de esta extensa causa de corrupción. En esta sesión, la mayoría de los acusados han reconocido su participación en los hechos, incluido su colaborador más cercano, Pablo Crespo.
En su testimonio, Correa explicó que no abonó impuestos, no presentó declaraciones fiscales y no figuró como titular de cuentas bancarias en España. Además, intentó obtener la residencia panameña ofreciendo más de 300.000 dólares a una de las acusadas, quien finalmente no logró conseguirle este status y le “estafó”, según sus palabras.
“Yo estaba buscando la residencia para evitar tributar en España”, declaró Correa, añadiendo que no pudo abrir una cuenta bancaria en Panamá porque fue arrestado antes de poder hacerlo. También negó tener una relación cercana con el expresidente del Gobierno José María Aznar, a pesar de haber colaborado con el Partido Popular y asistir a la boda de su hija.
Este juicio, que se centra en los delitos contra la Hacienda Pública presuntamente cometidos por Correa y Crespo, también aborda las estrategias utilizadas para el blanqueo de los ingresos ilícitos. Durante la primera sesión, la fiscalía mencionó que 20 de los 25 acusados han llegado a un acuerdo con el Ministerio Público para recibir condenas reducidas.
Según la Fiscalía Anticorrupción, desde finales de 1998 hasta 2009, Correa lideró una estructura empresarial y personal dedicada a enriquecerse ilícitamente a través de la obtención de contratos públicos y la ocultación de ganancias, generando fondos opacos y reduciendo bases imponibles mediante la creación de facturas falsas.