La representación legal de la pareja sentimental de la madre de Luca, el pequeño de cuatro años encontrado sin vida con indicios de violencia física y sexual en la costa de Garrucha (Almería), sostiene que su defendido rechaza haber cometido una agresión sexual contra el menor y asegura que este relaciona lo sucedido con un supuesto trastorno estomacal o intestinal previo que, según mantiene, el niño habría venido padeciendo en los días anteriores.
El abogado, Manuel García Amate, ha detallado que el arrestado e investigado en la causa no se negó en ningún momento a la toma de muestras biológicas para el análisis de ADN y que insiste en que “nada ha tenido que ver” con ese aspecto concreto de la investigación.
En declaraciones a Canal Sur TV, recogidas por Europa Press, García Amate ha apuntado que el procedimiento pasó del Juzgado de Instrucción número 4 de Vera al número 3 y que la defensa está a la espera de acceder al informe íntegro de la autopsia. Por ahora, solo conoce un avance en el que, según indica, se recoge la existencia de una “sustancia blanquecina” sin que se haya concretado aún su procedencia.
El letrado ha indicado igualmente que su patrocinado ha manifestado que, ante esa dolencia que el menor habría arrastrado en los días previos, tanto él como la madre intentaron administrarle por su cuenta una medicación y que optaron por no acudir a un centro sanitario por miedo a que se detectara que seguían conviviendo pese a la orden de alejamiento vigente.
De acuerdo con la versión que el investigado ha trasladado a su abogado, el fallecimiento del niño se habría producido en presencia de ambos adultos. También ha señalado que los dos tomaron la decisión de trasladar el cuerpo del menor hasta una zona de la playa con la intención de realizar lo que él mismo ha descrito “a modo de despedida”.
En este contexto, a García Amate se le ha preguntado por la llamada al 112 efectuada por el detenido a las 20,15 horas, en la que comunicó que no localizaba ni a la madre ni al pequeño desde el mediodía. El abogado ha indicado que desconocía ese aviso concreto, si bien ha añadido que, según la información de la que dispone, su cliente también acudió a la Policía Local para poner en conocimiento la desaparición. En relación con las imágenes en las que se aprecia al menor “encogiéndose” cuando el investigado se aproxima, ha señalado que su defendido entendía ese gesto como una forma de “corrección” hacia el niño.
El auto de prisión provisional sostiene que el investigado habría golpeado y agredido sexualmente al menor el 3 de diciembre mientras se encontraba a solas con él, provocándole un derrame intestinal y un desgarro hepático que habrían causado su muerte, fijada en torno a las 15,30 horas. El documento también refleja que el hombre habría ejercido un maltrato continuado sobre el niño “con conocimiento” de la madre, pese a existir una orden de alejamiento en vigor.
Tras el fallecimiento, ambos investigados habrían llevado el cuerpo del pequeño hasta un antiguo búnker situado en la playa de Garrucha, donde fue localizado posteriormente. El juzgado mantiene a la madre en situación de prisión provisional comunicada y sin fianza, al apreciar riesgo de fuga y dada la gravedad de los delitos que se le atribuyen.