La Audiencia Provincial de Madrid, a través de un jurado popular, ha encontrado a Dilawar Hussein culpable por unanimidad de tres cargos de homicidio, desestimando las atenuantes de confesión y arrebato presentadas por su defensa.
En la lectura del veredicto, que tuvo lugar este jueves, se estableció que Hussein actuó «con extrema violencia» y se reconoció la presencia de una alteración psíquica que influyó levemente en su capacidad para discernir entre el bien y el mal.
El reo confesó durante el juicio haber matado a los tres hermanos Gutiérrez Ayuso con una barra de hierro, impulsado por «voces en su cabeza», que le instaron a acudir al lugar, y la visión de «fantasmas».
«Yo estaba mal. Mi cabeza no estaba bien. Escuché voces por mi enfermedad. Las voces me llevaron ahí. Salté la pared porque quería hablar con ellos pero sacaron cuchillos y yo vi un palo de hierro y les di», declaró Hussein.
El motivo detrás del crimen fue una deuda de 60.000 euros que las hermanas Gutiérrez Ayuso tenían con el acusado, resultado de una ‘estafa amorosa’ por parte de unos supuestos militares americanos destacados en Afganistán. Las víctimas, que se relacionaban con Hussein por haberle alquilado una habitación, solicitaron el préstamo tras quedarse sin ahorros.
En septiembre de 2023, se le impuso una orden de alejamiento a Hussein respecto a una de las hermanas, tras varias denuncias por acoso y amenazas. Los cuerpos de las víctimas, encontrados quemados y apilados en su domicilio, fueron descubiertos por la Guardia Civil a mediados de enero de 2024, después de que los vecinos alertaran a las autoridades sobre su desaparición.
El acusado fue detenido el 22 de enero y el juez de Instrucción número 5 de Arganda del Rey ordenó su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza. Se observó que Hussein presentaba un trastorno de personalidad con predominio de rasgos paranoides y una carga progresiva de frustración situacional.
















