Un hombre se sienta en el banquillo de la Audiencia Provincial de A Coruña acusado de una presunta agresión sexual continuada a una niña, que actualmente tiene diez años, en la parroquia de Maniños, en el municipio de Fene (A Coruña), por hechos que habrían tenido lugar entre 2022 y 2024. Durante la vista celebrada este jueves, el procesado defendió su inocencia y afirmó que no hubo tocamientos “para nada”.
En su declaración ante el tribunal, el encausado recalcó en varias ocasiones que “No la obligué en ningún momento a hacer nada que no quisiese” y sostuvo que las ocasiones en las que estuvo con la menor se produjeron “a la vista de todos”. Según su versión, “Estábamos a la vista de todos, yo no me escondí en absoluto”, rechazando así cualquier comportamiento oculto o clandestino.
Preguntado por las partes sobre si realizó algún tipo de tocamiento a la niña, el hombre volvió a negarlo tajantemente: “Para nada, no se me ocurre”. Explicó que conocía a la menor porque era “amigo” de sus padres y que la relación se limitaba a ese vínculo familiar y de confianza. En este contexto, insistió varias veces en que “Yo sé a ciencia cierta que no he hecho nada malo a nadie”.
El acusado reiteró que en ningún momento forzó a la menor a realizar actos en contra de su voluntad. “No la obligué en ningún momento a hacer nada que no quisiese”, subrayó de nuevo, añadiendo que la niña simplemente “le seguía” cuando él se movía por el lugar. “Yo salí y vino detrás de mí”, manifestó, tratando de justificar así la presencia de ambos en los momentos que se investigan.
Peticiones de condena
Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos que se juzgan encajarían en un delito continuado de agresión sexual a menor. En base a esta calificación, la Fiscalía solicita para el procesado una pena de seis años de prisión, además de una indemnización de 5.000 euros a favor de la víctima en concepto de daños morales.
La acusación particular ejercida en nombre de la madre de la niña reclama la imposición de cuatro años de cárcel, mientras que la acusación que representa al padre pide una condena de tres años de prisión. Frente a estas peticiones, la defensa del acusado mantiene que no existen pruebas suficientes y reclama su libre absolución.