Las jueces del Tribunal Supremo (TS), Ana Ferrer y Pilar Teso, han decidido no continuar en la carrera por liderar las Salas de lo Penal y de lo Contencioso-Administrativo respectivamente, allanando el terreno para que Andrés Martínez Arrieta y Pablo Lucas, quienes actualmente ocupan dichos puestos de forma interina, sean ratificados en sus funciones por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Este organismo había experimentado dificultades para concretar estos nombramientos, de acuerdo con informaciones de fuentes jurídicas.
De acuerdo con declaraciones a Europa Press por parte de representantes del órgano rector de los jueces, la acción de Ferrer se inscribe dentro de las conversaciones orientadas a desbloquear estos nombramientos, paralizados desde octubre pasado. Se tenía previsto que el tema se revisara nuevamente en el Pleno ordinario del próximo 23 de julio.
Las fuentes allegadas señalan que la decisión de Ferrer busca prevenir que la discrepancia entre los sectores progresista y conservador dentro del CGPJ condujera a que se declararan vacantes estas posiciones, obligando así a considerar a nuevos aspirantes para los cargos.