Un tribunal compuesto por jurado popular será el encargado de juzgar, entre el 16 y el 19 de febrero en la Audiencia de Granada, a un individuo acusado de asesinar en mayo de 2023 a su hermana, que estaba embarazada de ocho meses, y a su sobrino de 3 años. Los hechos sucedieron en la casa donde vivían, en Las Gabias, Granada, y se sospecha que las disputas por una herencia podrían ser el motivo detrás de los homicidios.
El juicio se llevará a cabo en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, según informaron fuentes judiciales a Europa Press. La Fiscalía ha solicitado para el acusado una pena de prisión permanente revisable. El hombre fue arrestado apenas dos días después de perpetrar los crímenes y desde entonces se encuentra en prisión provisional a la espera del juicio.
En sus conclusiones provisionales, a las que tuvo acceso Europa Press, la Fiscalía acusa al procesado, de 39 años, de haber orquestado un «plan preconcebido» para matar a su hermana y a su sobrino en la mañana del 27 de mayo de 2023. Se le imputan dos delitos de asesinato: uno por la muerte de la madre y otro por la del menor, este último acompañado de la solicitud de prisión permanente revisable debido a la especial vulnerabilidad de la víctima por su corta edad. Además, se le acusa de un delito de aborto, otro de incendio y un último de allanamiento de morada, lo que podría sumar otros 48 años de cárcel a la pena principal.
Según el informe de la Fiscalía, el acusado viajó esa mañana desde Torredelcampo (Jaén), donde residía, hasta la vivienda de su hermana en Las Gabias. Al llegar, supuestamente se puso una gorra y una mascarilla quirúrgica para ocultar su identidad, tomó una barra de hierro puntiaguda y entró en la casa con un juego de llaves que su hermana había extraviado y que él había tomado. Inmediatamente tras entrar, se encontró con su hermana en el recibidor y, aprovechando la sorpresa y la diferencia de tamaño entre ambos, así como el avanzado estado de gestación de ella, supuestamente comenzó a golpearla con la barra de hierro de manera brutal y luego la asfixió, provocando su muerte y la del feto. Posteriormente, se dirigió al dormitorio donde estaba su sobrino de 3 años, a quien también atacó mortalmente. Tras los asesinatos, colocó los cuerpos en una cama, los cubrió con ropa de cama y prendió fuego. El incendio se extinguió por sí solo sin propagarse, aunque causó daños en la vivienda. El acusado abandonó el lugar a las 7,32 de la mañana y se deshizo de la llave, la ropa manchada y otros objetos incriminatorios en una gasolinera cercana a la autovía A-44.