La representante de la fiscalía ha declarado durante la apertura del juicio con jurado popular por el caso del neonato fallecido en Porto Cristo en noviembre de 2023, que “la bebé nació viva y que llegó caliente al hospital”. Este caso involucra a la madre y al tío del bebé, acusados de asesinato, y a la tía, acusada de omisión del deber de socorro.
En su exposición preliminar, la fiscal ha argumentado que los acusados actuaron con la finalidad de ocultar el nacimiento, conscientes de que sin cuidados inmediatos, el bebé no sobreviviría. “Sólo se preocuparon de huir y uno se encargó de tirar el bebé al contener y otra de limpiar y desaparecer”, destacó la fiscal.
Por su parte, la defensa de la madre sostiene que aunque lo ocurrido es inadmisible, no se le puede considerar asesina, ya que siempre pensó que el bebé había nacido muerto. El abogado de la acusada señala inconsistencias en las declaraciones y carencias en las autopsias presentadas.
El letrado del tío, también acusado de asesinato, ha defendido la ignorancia de su cliente respecto al embarazo y a la naturaleza del acto cometido. En contraste, la abogada de la tía ha refutado la acusación de omisión del deber de socorro, apoyando la teoría de que el bebé nació sin vida.
Testimonios en la corte incluyeron el de la hermana de la madre, quien relató la llegada de la acusada a su casa, y el de una vecina que describió haber visto caer una placenta, pensando que era de un animal. Durante el juicio también se presentó una llamada al 112 de otra vecina que alertó sobre el incidente.
La Fiscalía solicita prisión permanente revisable para los acusados de asesinato y una multa de 5.400 euros para la acusada de omisión del deber de socorro, tras los hechos del 3 de noviembre de 2023, cuando la madre, estando embarazada y cerca de un hospital, entregó el neonato a su cuñado para que lo desechase.