El máximo representante de la Fiscalía en España, Álvaro García Ortiz, ha renunciado a su posición este lunes, entregando su dimisión al Ejecutivo. Esta decisión se produce después de que el jueves pasado el Tribunal Supremo lo condenara a dos años de inhabilitación para ejercer su función, debido a un delito de revelación de secretos.
Mediante una misiva dirigida al ministro de Justicia, Félix Bolaños, García Ortiz ha expresado su decisión de dejar el puesto de fiscal general, motivado por un “profundo respeto a las resoluciones judiciales” tras recibir el fallo del Supremo, señalando que es “el momento de abandonar” la responsabilidad que conlleva su cargo.
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