La Audiencia Provincial de Ávila ha sentenciado a un hombre a doce años y medio de prisión por perpetrar actos de agresión sexual contra la hija de su compañera sentimental, sucesos que se extendieron desde 2013 hasta 2016, cuando la afectada contaba con entre 13 y 16 años.
Durante esos años, el condenado residía en la misma vivienda que la madre de la víctima y su hermana menor, asumiendo el rol de figura paterna, dado que el padre biológico se había separado y no mantenía ningún vínculo personal con la menor.
El acusado estableció un perfil falso en una red social, pretendiendo ser un adolescente de 15 años, con el fin de atraer a la joven y persuadirla para que iniciase relaciones sexuales con su padre, argumentando que era «algo habitual» como introducción al sexo.
Apoyándose en su posición dominante como padre sustituto y la confianza que esto generaba en la niña, le inculcó que tener relaciones sexuales en el entorno familiar era «algo normal y necesario» para ganar experiencia en futuras relaciones íntimas fuera de este ámbito.
Los abusos continuaron hasta que la menor se percató del engaño y rechazó seguir con los encuentros sexuales, momento en el que el agresor empezó a coaccionarla para que revirtiera su decisión.
Por estos hechos, se le ha adjudicado una pena de doce años y seis meses de cárcel por ser «como autor criminalmente responsable de un delito continuado de abusos sexuales», además de las penas complementarias de inhabilitación absoluta durante la duración de la condena y la prohibición de acercarse a menos de cien metros de la víctima o comunicarse con ella.
Adicionalmente, se le considera autor de un delito continuado de coacciones, sentenciándole a veinticuatro meses con una cuota diaria de diez euros y al resarcimiento de las costas procesales; y a indemnizar a la víctima con 20.000 euros más intereses por daños y perjuicios.