La Audiencia Provincial de Madrid ha sentenciado a un residente de Serranillos del Valle a una pena de 33 años de prisión tras ser hallado culpable de abusar sexualmente de las nietas de su pareja durante el período de 2020 a 2022. La fiscalía alegaba que el acusado suministraba a las menores bebidas con drogas, aunque esta acusación no ha sido probada definitivamente.
Según la resolución judicial, el condenado enfrenta tres cargos de abuso sexual continuado, con una condena de once años por cada uno. Además, se estableció que el máximo tiempo que el acusado deberá pasar en prisión no superará los veinte años. Otro implicado en el caso ha sido condenado a ocho meses por un delito de exhibicionismo.
En su defensa, el acusado insistió durante el juicio en que «nunca» tocó a las niñas ni las drogó, a pesar de existir una grabación en la que aceptaba haber cometido los abusos. Los jueces mencionaron la ausencia de pruebas médicas de los abusos, pero subrayaron la gravedad de los hechos dado el contexto cultural de protección a la infancia en la comunidad gitana a la que pertenecen las víctimas.
Durante el proceso, se presentaron también testimonios de las menores, quienes describieron que los abusos eran diarios y mencionaron haber sido obligadas a consumir bebidas y pastillas que alteraban su memoria.
HECHOS JUZGADOS
Los abusos incluyeron besos, tocamientos indebidos y otros actos de índole sexual, que tuvieron lugar en distintos entornos como la piscina de la vivienda y un parque local. El fiscal señaló que el acusado utilizaba sustancias en las bebidas para manipular la voluntad de las niñas, y las amenazaba con dañar a sus hermanas menores y con violencia si revelaban lo sucedido.










