El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado una condena de ocho años y medio de cárcel a un individuo por abusar sexualmente de forma continuada del hijo de su pareja, siendo este menor de edad en aquel momento.
La relación sentimental entre el acusado y la madre del menor comenzó cuando la víctima tenía nueve años, viviendo los tres juntos en la vivienda familiar en Granada. El niño, ahora de 30 años, nunca había tenido contacto con su padre biológico, como se detalla en la sentencia confirmada por el TSJA y revisada por Europa Press.
El abuso empezó en el verano de 2006, con el niño de once años. Según el relato de los hechos, mientras jugaban a la videoconsola en el salón y la madre no estaba, el acusado tocó inapropiadamente al menor. Los abusos continuaron en múltiples ocasiones sin determinar, siempre bajo la amenaza de que si el menor revelaba algo, no sería creído y se le tildaría de mentiroso.
Además, en una ocasión, mientras veían televisión, el condenado intimidó al niño con amenazas de muerte si este le denunciaba. La sentencia inicial, que fue apelada por el acusado alegando violación a la presunción de inocencia y a la tutela judicial efectiva, fue ratificada por el TSJA. La corte destacó la credibilidad del testimonio del menor, quien describió detalladamente los abusos sufridos durante años.
El TSJA, en su fallo, recalca la jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre la validez del testimonio del afectado como prueba suficiente para la condena, siempre que se tomen precauciones para asegurar su verosimilitud y valor. El tribunal concluyó que no existían motivos para dudar del testimonio del joven, descartando cualquier motivo espurio que pudiera haber llevado al menor a inventar tales acusaciones.