El tribunal de la Audiencia Provincial de Huelva ha dictado una sentencia de once años y un día de cárcel para un hombre, tras hallarlo culpable de agresión sexual reiterada a la hija menor de su pareja sentimental. La víctima, que fue abusada desde los 10 hasta los 16 años, padece de un leve retraso mental y un 58% de discapacidad.
De acuerdo con el fallo, que fue revisado por Europa Press, se establece que el agresor mantuvo una relación de pareja durante 22 años con la madre de la menor, aunque nunca formalizaron su unión matrimonial. A pesar de no ser su padre biológico, la menor lo trataba como tal, llamándolo “papá”, y él actuaba con ella casi como un padre.
La sentencia detalla que hasta 2020, la afectada residía con su madre en un domicilio en Huelva, separado del del condenado, quien solía pasar las noches allí y compartir fines de semana en una casa de campo donde realizaba labores de mantenimiento. Desde 2014, cuando la niña tenía 10 años, hasta 2020, cuando alcanzó los 16, el hombre, aprovechando la ausencia o el sueño de la madre, abusó de ella en repetidas ocasiones para satisfacer sus deseos sexuales.
La víctima también experimentó moretones en las piernas por los forcejeos cuando el acusado intentaba acercársele, y ocultó los abusos a su madre por temor a represalias. Por estos hechos, el acusado ha sido condenado también a no acercarse a menos de 300 metros de la víctima ni comunicarse con ella por 16 años, así como a cinco años de libertad vigilada tras cumplir su condena, y deberá pagar 50.000 euros por daños morales.
