Juana Rivas y su hijo menor acuden al punto de encuentro en Granada para reunirse con el padre

Juana Rivas, a su llegada al punto de encuentro familiarTONI JUÁREZ / EUROPA PRESS

El hijo menor de Juana Rivas arribó al punto de encuentro familiar en Granada, donde Francesco Arcuri, quien detenta la custodia, lo esperaba para llevarlo al país alpino, después de que el Tribunal Constitucional no aceptara a trámite la petición de la madre para suspender esta medida, solicitada el pasado lunes.

La progenitora, originaria de Maracena, Granada, fue sentenciada a dos años y medio de cárcel tras haber desaparecido durante un mes en el verano de 2017 con sus dos hijos, incumpliendo las órdenes judiciales que le instruían entregarlos al padre.

Francesco Arcuri está siendo investigado en Italia por la justicia por presuntos abusos en el ámbito familiar, denunciados por Rivas. Sin embargo, la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Granada, con funciones en lo civil, rechazó la solicitud de la madre de Maracena para suspender la entrega mientras no se resuelva ese proceso.

En una calle cerrada a la circulación por la atención de la prensa y los espectadores, el niño llegó de la mano de su madre, acompañados de familiares y su equipo legal, y abrazado a Paqui Granados, del Centro de Información a la Mujer de Maracena.

Llorando, justo antes de encontrarse con su padre, el menor expresó el temor a ser «matar» al volver. Sus declaraciones ocurrieron frente a su hermano, ya adulto y residente en España.

El menor ingresó al punto de encuentro familiar en el centro de Granada aproximadamente a las 11:00 horas, marcando el fin del plazo judicial para la entrega, que comenzaba a las 10:00 horas. Durante todo el proceso, estuvieron acompañados por Sandra Gómez de Garmendia, directora general de Derechos de la Infancia y Adolescencia, y miembros de la plataforma de apoyo a Juana Rivas y 25N/8M.

La llegada, sobre las 10:45 horas, se produjo entre solicitudes de respeto a la prensa hacia el menor y la madre, en un ambiente de tensión. El Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada había requerido la semana anterior a Rivas cumplir con la orden de reintegro del niño, quien había estado en España con ella desde finales del año pasado tras denunciar presuntos malos tratos por parte del progenitor.

Este Juzgado de Familia tomó su decisión basándose en la ejecución de una resolución previa del tribunal italiano, rechazando la última petición de Rivas de permitir al menor ser escuchado antes de ejecutar la resolución italiana que ordenaba su retorno con el padre.

«Se considera que la ejecución del decreto del Tribunal de Apelación de Cagliari, que otorga al padre la guarda y custodia del menor y ordena su restitución al país de residencia habitual, no contraviene el orden público español ni el interés superior» del niño, se añadía en el auto.

En enero, una autoridad judicial en Granada había suspendido provisionalmente el regreso del niño a Italia tras las vacaciones de Navidad, luego de que este declarara haber sufrido violencia física y psicológica por parte de su padre y relatara «el terror» de volver a su lado.

En marzo, la Audiencia de Granada confirmaba la decisión del Juzgado de Instrucción número 9 de esa ciudad, que en febrero había ordenado enviar el expediente judicial del hijo menor de Rivas a la corte de la ciudad italiana de Cagliari para continuar la investigación sobre los presuntos malos tratos denunciados por el menor.

En abril de 2021, el pleno de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ratificó la condena de Juana Rivas por sustracción de menores, tras haber desaparecido con sus dos hijos en el verano de 2017, desobedeciendo las órdenes judiciales de entregarlos al padre. Sin embargo, redujo su pena de cinco años a dos años y seis meses de prisión al considerar que, aunque fueron dos los menores sustraídos, se trató de un único delito.

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