En el juicio por agresión sexual que ha comenzado este miércoles en la Audiencia Provincial de Albacete, la afectada, una joven de 19 años en el momento de los hechos, ha declarado que “no era consciente de nada” esa noche debido a la ingesta de alcohol, y ha sugerido que su bebida pudo haber sido manipulada. Según su testimonio, se sentía como “una niña de cinco años”, incapaz de tomar decisiones coherentes.
Por otro lado, el acusado ha defendido que la joven estaba consciente y que fue ella quien inició y consintió la relación sexual, alegando que “bailando eróticamente” se acercó a él en un pub y lo invitó a salir. Según el encausado, la víctima incluso pidió que el acto sexual fuera intenso y activamente participó en él.
Después del incidente, las amigas de la víctima, que también estaban presentes, han testificado que ella mostraba un estado “deplorable” y que no era consciente de sus actos, llegando a mostrarse agresiva y besándose con varios desconocidos antes de acercarse al acusado. Alegan que “no era ni capaz de sostenerse en pie” cuando decidieron llevarla a casa.
Al despertar al día siguiente, la joven no recordaba nada y descubrió que tenía heridas en las rodillas y su ropa estaba al revés, sugiriendo un encuentro violento. Además, aunque el análisis toxicológico solo reveló trazas de cannabis, se mencionó la posibilidad de que hubiera otras sustancias no detectables después de cierto tiempo.
El abogado defensor ha intentado minimizar la acusación señalando que en otras ocasiones la víctima había mostrado un comportamiento desinhibido, aunque las amigas han enfatizado que nunca la habían visto en un estado tan extremo como esa noche. Los agentes que investigaron el caso también han confirmado que las cámaras del local captaron a la joven en un estado notoriamente alterado.











