La tercera jornada del proceso judicial contra Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, acusado de desvelar información confidencial sobre Alberto González Amador, pareja de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha estado marcada por la presencia de periodistas clave y dos destacados políticos del PSOE: Juan Lobato y Pilar Sánchez Acera.
La sesión comenzó con los interrogatorios a Sánchez Acera sobre los mensajes enviados a Lobato a las 8:29 del 14 de marzo de 2024, incluyendo un pantallazo de un correo de la defensa de González Amador a la Fiscalía, proponiendo una confesión de delitos fiscales a cambio de evitar prisión. Este email, enviado el 2 de febrero de ese mismo año, es considerado por el juez instructor como filtrado por García Ortiz a la Cadena SER la noche antes.
Durante el juicio, la defensa de García Ortiz se activó cuando Sánchez Acera insinuó, a instancias de la acusación, la posibilidad de mostrar las diferencias entre el documento que ella reenvió y el email original. No obstante, el presidente del tribunal, Andrés Martínez Arrieta, indicó que no era necesario mostrarlos ya que la acusación no lo había solicitado específicamente.
En medio de un debate intenso, la exasesora continuó respondiendo a las preguntas, mientras que el abogado del Estado, José Ignacio Ocio, se comunicaba fervientemente con su colega, marcando momentos de alta tensión en la sala.
Por otro lado, Juan Lobato también declaró, coincidiendo curiosamente con su 41 cumpleaños y una sesión en el Senado. Su testimonio se centró en los intercambios de mensajes con Sánchez Acera y la necesidad de clarificar el origen de los pantallazos para evitar malentendidos sobre su procedencia.
LOS PERIODISTAS EMPIEZAN A TESTIFICAR
Seis periodistas también ofrecieron su testimonio sobre las negociaciones entre la Fiscalía y el novio de Díaz Ayuso. Entre ellos, un periodista de ‘El Mundo’ y otro de ‘eldiario.es’ se enfrentaron a interrogatorios intensos, donde el derecho a no revelar sus fuentes y la integridad profesional fueron puntos clave. Un dilema moral sobre la justicia y la verdad periodística quedó patente durante estas declaraciones.















