Este lunes, el juez encargado del ‘caso Leire Díez’ ha convocado a declarar a la exmilitante del PSOE, Leire Díez, imputada por liderar un grupo, junto al empresario Javier Pérez Dolset, con el objetivo de obtener información sobre altos cargos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de la Fiscalía Anticorrupción.
Según el magistrado Arturo Zamarriego, Díez y su equipo, que incluye a Pérez Dolset y al periodista Pere Rusiñol, intentaban conseguir datos delicados para «anular o malbaratar» investigaciones clave que implicaban a políticos y empresarios destacados, como se detalla en un auto judicial.
La investigación se inició tras varias acusaciones contra Díez, después de la divulgación de audios donde se le oye ofreciendo favores a cambio de información sensible al empresario investigado Alejandro Hamlym.
Además, el fiscal Juan Pablo Nieto destacó en un recurso la importancia de investigar estos hechos de forma conjunta debido a que «el patrón de actuación es exactamente el mismo» y resaltó la supuesta credibilidad que Díez había conseguido al afirmar que representaba a «altas instancias del Estado».
En una reunión revelada por una grabación, Díez se identificó como la «mano derecha» del entonces secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y aseguró que el encuentro era «estrictamente confidencial». Pérez Dolset, por su parte, mencionó que tras la imputación de la esposa de Pedro Sánchez, el presidente habría ordenado una limpieza «sin límite» en el sistema judicial.
Finalmente, el periodista Pere Rusiñol, también implicado, negó haber facilitado un intento de soborno durante su declaración ante el juez, aunque admitió haber llevado un documento a una reunión con el fiscal anticorrupción para contrastar información.
