Mariano Moreno, exgerente del PSOE, compareció el miércoles en el Tribunal Supremo para explicar los pagos en efectivo a José Luis Ábalos, exministro de Transportes, y a su exasesor Koldo García, describiéndolos como reembolsos por gastos previamente sufragados. Durante su testimonio, que duró cerca de una hora, Moreno detalló que estos pagos se realizaban retirando dinero de la cuenta bancaria del partido para ingresarlo en su caja, un procedimiento que el juez Leopoldo Puente no logró comprender, manifestando su desconcierto al cuestionar qué beneficios aportaba este “flujo de metálico”.
Además, Moreno afirmó, en línea con lo declarado por Celia Rodríguez, que los reembolsos se efectuaban mediante un formulario y presentación de justificantes, los cuales debían ser verificados por el departamento de Administración antes de autorizar el desembolso. La presencia de una empresa de seguridad para el traslado del dinero también fue motivo de sorpresa para Puente, quien cuestionó la necesidad de este complejo sistema frente a las transferencias bancarias directas. Según Moreno, este método ya estaba establecido cuando él asumió la gerencia y era parte de la “cultura organizativa” del partido.
El juez también indagó sobre la verificación de los gastos reclamados, ante lo cual Moreno admitió no poder asegurar al 100% que este control se llevara a cabo de manera efectiva. Puente criticó este proceso, insinuando que no constituía un verdadero control. “Eso no es una comprobación. Si Ábalos reclamaba unas cantidades, ¿el control era que lo reclamaba Ábalos? Eso no es un control”, le reprochó Puente, resaltando la falta de claridad en las explicaciones ofrecidas.
















