El Medusa Festival, celebrado en Cullera, Valencia, ha emitido un comunicado donde expresa su convicción de que se demostrará que los sucesos de su edición 2022, que dejaron un joven de 22 años fallecido y 20 heridos, fueron consecuencia de un “trágico accidente inevitable” debido a fuertes vientos de más de 120 km/h, tal como indica un informe de Aemet.
Esta declaración surge después de que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Sueca procesara al organizador del evento y a los directivos de cuatro empresas por errores en la instalación de estructuras. La resolución judicial apunta que los anclajes de las instalaciones fallaron debido a intensas ráfagas de viento, provocando la caída de elementos decorativos y estructurales, lo que resultó en la tragedia.
Desde Medusa, manteniendo “el máximo respeto hacia la decisión judicial”, discrepan con los argumentos del procesamiento, aunque actualmente no se abordarán los detalles de la defensa. Sin embargo, destacan que el auto “reconoce expresamente que el representante legal de la promotora no está directamente implicado con las supuestas omisiones y deficiencias en el proyecto ni con los errores de montaje”.
El festival reafirma su “confianza en las empresas y técnicos que participaron en la organización del evento, todos ellos con experiencia y sin fallos previos”, y reitera su “compromiso con la seguridad y la colaboración con las autoridades”.
El procedimiento judicial continúa contra cinco individuos, incluyendo al organizador del Medusa y responsables de cuatro empresas, por no cumplir con el deber de cuidado necesario y la diligencia debida en el diseño y montaje de las estructuras del festival.











