En su declaración ante la jueza de Catarroja, Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), expresó su estupefacción por “la parsimonia” observada en el Cecopi durante la gestión de una situación crítica el 29 de octubre de 2024. Polo señaló que se sorprendió por la lentitud con la que se abordaban decisiones urgentes, destacando que “la velocidad con la que se propaga una avenida es brutal” y cuestionando la inacción del organismo: “No tomaban decisiones” y “allí cuanto menos hablaras era mejor, porque en todo se liaban ellos mismos”.
Polo mencionó haber insistido en la necesidad de comunicar a la población medidas de protección civil claras, como subir a pisos altos y abandonar los vehículos, aunque reconoció que la CHJ no tiene competencias directas en ese ámbito. A través de la transcripción de su testimonio se evidencia que, incluso tras la sugerencia de Polo de alertar a los ciudadanos, hubo una desconexión y demoras significativas en la toma de decisiones y en la emisión de comunicados esenciales.
Asimismo, Polo relató incidentes donde se evidenciaron debates internos y confusión en el Cecopi, como cuando se cuestionaba qué implicaba declarar un escenario de emergencia, a pesar de que esto está previsto en los planes de contingencia. Además, descubrió que emergencias no estaba transmitiendo adecuadamente la información a los ayuntamientos, lo que agravaba la situación.
El presidente de la CHJ también comentó sobre un vídeo en el cual Salomé Pradas, visible en el Cecopi, mostraba desinterés por comunicarse con él. Polo subrayó que lo que realmente le impactaba era la seriedad con la que debía tratarse el asunto y no las actitudes personales.