R.G.M y E.B.T, imputados por la retención ilegal de dos personas encargadas de vigilar un cargamento de drogas en Illescas (Toledo), han negado las acusaciones durante el juicio en la Audiencia Provincial de Toledo, alegando su inocencia y desvinculándose de cualquier acto de extorsión o agresión.
Según los hechos relatados en el juicio del martes, no se mencionó un robo de drogas, pero sí se habló de un desfalco de dinero relacionado con una obra pactada con los acusados. R.G.M, quien supervisaba dicho cargamento, aclaró que la discusión se centró en una obra en León, ya que su profesión es la de albañil.
Por otro lado, E.B.T, cuya profesión es traductor, explicó que fue contactado para facilitar la comunicación con inversores angloparlantes. Negó portar un arma y mencionó tensiones por el dinero robado, pero afirmó que no hubo violencia física hacia R.V.D.
En un giro del caso, R.V.D admitió que un vehículo impactó la nave y se produjo un robo. Describió cómo los acusados le exigieron una compensación por la obra, pero negó haber sufrido agresiones, a pesar de las lesiones reportadas por la Fiscalía.
Adicionalmente, F.J.R.M contó cómo fue extraído de su vivienda bajo amenaza y llevado a la nave que tenía alquilada. Afirmó que tras convencer a los acusados, contactó a su madre para obtener el dinero que apaciguara la situación. A lo largo del incidente, R.G.M lo amenazó constantemente, lo que llevó a F.J.R.M a denunciar los hechos a la Guardia Civil.
Dos guardias civiles confirmaron en su testimonio que F.J.R.M había denunciado las amenazas relacionadas con una deuda de dinero y que R.V.D no pudo abandonar el hotel donde estaba retenido, ya que debía resolver un problema.
