El Juzgado de Menores de Santander ha impuesto una condena a ocho estudiantes menores de edad del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Garcilaso de la Vega de Torrelavega por un delito contra la integridad moral cometido contra un compañero, también menor, al que sometieron a humillaciones, amenazas y ataques motivados por su orientación sexual.
La resolución judicial, dictada “de conformidad entre las partes” y a la que ha tenido acceso Europa Press, establece como medida principal la realización de seis meses de tareas socioeducativas para seis de los implicados, mientras que los otros dos reciben una amonestación, además del pago de una indemnización.
El procedimiento arrancó a raíz de un atestado elaborado por la Policía Nacional de Torrelavega, que llevó al Ministerio Fiscal a abrir expediente a los menores señalados. Ese expediente fue posteriormente remitido al Juzgado de Menores, que finalmente ha dictado la condena.
Con el acuerdo de todas las partes personadas, el fallo declara probado que los acusados, conocedores de que la víctima solía acudir a los aseos durante los recreos, “actuando conjuntamente y de común acuerdo, con el propósito de humillarle, amedrentarle y atacarle por su orientación sexual”, entraron el pasado 5 de febrero, durante el segundo recreo, en los baños del centro y comenzaron a propinar patadas a la puerta del cubículo en el que se encontraba el joven, mientras proferían gritos y se burlaban de él. Uno de los menores arrojó un chicle y otro lanzó un escupitajo por la parte superior de la puerta.
Según se recoge en la sentencia, en el primer recreo de ese mismo día ya habían accedido también a los servicios, sabiendo que el chico estaba dentro de uno de los aseos, y golpearon la puerta, llegando igualmente a lanzar un escupitajo hacia el interior.
Tras lo ocurrido, la dirección del IES Garcilaso de la Vega activó de inmediato el protocolo interno frente al acoso escolar, al considerar que se trataba de un episodio de hostigamiento reiterado por motivos de orientación sexual.
El Juzgado concluye que la conducta descrita constituye un delito contra la integridad moral del que los ocho menores son responsables. Al haber aceptado estos, junto con sus defensas, los hechos relatados, la calificación jurídica y las medidas solicitadas por el Ministerio Fiscal, el órgano judicial ha dictado una sentencia de conformidad.











