Francisco Correa, líder de la red ‘Gürtel’, junto a su colaborador cercano Pablo Crespo y la mayoría de los implicados, han reconocido las acusaciones formuladas por la Fiscalía en la última etapa del juicio de esta extensa causa de corrupción.
La fiscal ha revelado en la sesión inaugural del juicio, que se lleva a cabo en la Audiencia Nacional, que de los 25 acusados, 20 han llegado a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, lo que les permitiría recibir una pena reducida.
Este juicio se centra en la pieza principal sobre delitos fiscales que supuestamente cometieron Correa y Crespo al ocultar patrimonio, «en gran parte presuntamente procedente de actividades ilícitas investigadas en las piezas separadas». Además, se aborda la estrategia que habrían empleado para blanquear los ingresos obtenidos de dichas actividades.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía Anticorrupción, desde finales de 1998 hasta 2009, Correa lideró una estructura dirigida a enriquecerse ilícitamente mediante la adjudicación de contratos públicos a cambio de comisiones, así como a ocultar las ganancias obtenidas. Esta estructura empresarial, bajo su dirección, se dedicó principalmente a la organización de eventos y viajes.
«Y bajo su dirección se desplegó en el seno de la misma una continua actividad dirigida a la ocultación de ingresos a la Hacienda Pública y a la deducción indebida de gastos», señala la Fiscalía. Además, Correa y Crespo contaron con la «connivencia» de otros acusados para crear una «trama de confección de facturas falsas» con el objetivo de sobornar a cargos públicos, reducir la base imponible y encubrir al verdadero titular de los fondos.
Anticorrupción había solicitado inicialmente 77 años de prisión para cada uno de los dos líderes de Gürtel, quienes ya han sido beneficiados con el tercer grado tras cumplir años de cárcel por otras partes del caso.














