El dueño del Medusa Beach, establecimiento situado en la Playa de Palma que sufrió un derrumbe fatal en mayo de 2024, ha depositado 250.000 euros en el juzgado encargado del caso. Este monto está destinado a ser entregado directamente a las familias afectadas por el trágico suceso, que resultó en la muerte de cuatro personas y dejó 14 heridos.
El propietario compareció voluntariamente ante el Juzgado de Instrucción número 9 de Palma este martes para prestar declaración. Durante aproximadamente 20 minutos, y solo respondiendo a preguntas de su defensa, afirmó no haber tenido responsabilidad en las reformas realizadas en el edificio en 2013, y aclaró que al asumir como administrador en 2021, no fue informado de irregularidades por parte del Ayuntamiento de Palma ni de otras instituciones.
La comparecencia del dueño, que tuvo lugar poco después de las 09:00 horas, contó con la asistencia de un intérprete de alemán, dado que la declaración no comenzó hasta las 09:38 horas. Al terminar, cerca de las 10:15 horas, el hombre salió de los juzgados acompañado de sus abogados, Ángel Aragón y Agustín Aguiló, quienes optaron por no hacer declaraciones detalladas por respeto al procedimiento judicial.
El accidente, que ocurrió alrededor de las 20:20 horas del 23 de mayo, involucró el colapso de una parte de una terraza sobre la que se encontraban clientes y empleados, cayendo del primer piso al sótano de otro local cerrado al público. Investigaciones posteriores revelaron que el desplome se debió a una sobrecarga en una estructura no reforzada adecuadamente y sin los permisos necesarios.











