La representante fiscal ha disminuido a cinco años la petición de condena para el acusado de irrumpir en una autocaravana y agredir sexualmente a una mujer mientras esta descansaba con su pareja. El implicado aceptó su culpabilidad y se disculpó al inicio del juicio, que tiene lugar esta semana en la Audiencia Provincial de Cantabria.
Antes de que comenzara el juicio con jurado, la fiscalía inicialmente había pedido cinco años y medio de prisión para el acusado, cantidad que se ha visto reducida en medio año. Por su parte, la acusación particular, representada por la víctima, ha solicitado seis años de cárcel.
La defensa, sin embargo, ha propuesto mantener la pena en cuatro años y un día, la mínima aplicable por los delitos de allanamiento de morada y violación, enfatizando las circunstancias atenuantes como el arrepentimiento, la reparación del daño y la intoxicación por alcohol.
Además de disculparse, el acusado ha depositado 3.000 euros de los aproximadamente 10.000 euros solicitados por la Fiscalía para compensar a la mujer por el trauma y daño moral sufridos, y ha mencionado no recordar claramente los hechos debido al consumo de alcohol previo (dos botellas de whisky).
Asimismo, se sometió voluntariamente a pruebas de ADN para colaborar con la investigación, según informaron fuentes judiciales a Europa Press.
Las partes presentaron sus alegatos finales el miércoles, en la sesión previa a la última del juicio, a la espera de la decisión del jurado, que recibirá el objeto del juicio el jueves para deliberar.
En la sesión de hoy, tanto los forenses como el jefe de Criminalística de la Policía Nacional han confirmado sus informes previos. En la sesión anterior, con testimonios a puerta cerrada, la víctima reafirmó su denuncia, al igual que su pareja.
Además, agentes de la Policía Nacional que participaron en la búsqueda y detención del sospechoso poco después del incidente, declararon que este presentaba signos evidentes de intoxicación.
HECHOS
El incidente ocurrió el 12 de octubre de 2024 en el aparcamiento de la playa de Los Peligros, en Santander. La pareja estaba durmiendo dentro de su autocaravana cuando, alrededor de las siete y media de la mañana, el acusado abrió la puerta del vehículo, que no estaba bien asegurada, y cometió el acto agresivo.
La mujer despertó al sentir el contacto, gritó y el agresor huyó del lugar, siendo capturado poco después por la policía. Durante el juicio, el acusado, de origen peruano, explicó que se encontraba emocionalmente alterado y que había bebido después de un arduo turno de trabajo, aunque aclaró que eso no justificaba sus acciones.
