La Audiencia Provincial de Valencia, en su Sección Tercera, ha dictado una sentencia de dos años de prisión contra el sacristán de una iglesia en Bétera por realizar tocamientos indebidos a una feligresa, quien posee una discapacidad intelectual del 66%. El suceso tuvo lugar el 24 de marzo de 2023 cuando el acusado invitó a la víctima a un cuarto próximo a la sacristía, alegando mostrarle el funcionamiento de una campanilla.
Consciente de la discapacidad de la mujer, el sacristán procedió a tocarle sus partes íntimas sobre la ropa, situación que dejó a la mujer “bloqueada” y sin capacidad de reacción, hasta que ella le indicó que esos actos eran “pecado”. La víctima experimentó miedo, nerviosismo, rabia y enfado debido a estos hechos.
Además de la pena de cárcel, el hombre enfrenta la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima por cualquier medio a menos de 300 metros durante tres años. Deberá también compensar a la afectada con 7.000 euros por los daños morales sufridos. En caso de insolvencia, el Arzobispado de Valencia será responsable civil subsidiario. La sentencia ha sido acordada por conformidad entre las partes y es inapelable. La pena de prisión podrá ser suspendida si el condenado no comete nuevos delitos en los próximos tres años.