La Audiencia Provincial de Salamanca ha emitido una sentencia firme, inapelable, que condena a un joven de 21 años al momento del delito, a cumplir dos años de cárcel por agredir sexualmente a una adolescente de 16 años.
Adicionalmente, se le impone la inhabilitación especial para ejercer el sufragio pasivo durante el periodo de condena y cinco años de libertad vigilada, que incluye tratamiento psicológico hasta ser dado de alta, sin exceder los cinco años, y la obligación de enviar informes al tribunal cada tres meses.
Asimismo, se dicta una pena de cinco años de inhabilitación especial para ejercer cualquier trabajo o actividad que implique contacto regular con menores y se le prohíbe acercarse a menos de 500 metros de la víctima o comunicarse con ella por cualquier medio durante cinco años.
El sentenciado deberá además compensar a la víctima con 10.000 euros.
Según la sentencia, el acusado recogió a la menor en su vehículo alrededor de las 8.00 horas del 7 de agosto de 2022 en un municipio salmantino. La joven había solicitado ayuda para regresar a su hogar en Salamanca tras una salida nocturna, dado que sus padres no podían recogerla.
El acusado, «con intención de satisfacer sus deseos libidinosos», y a pesar de la clara solicitud de la víctima de ser llevada a la capital, condujo hacia su localidad. Según la sentencia, aparcó y entró con la joven a un local, donde la agredió sexualmente. Todo ocurrió «con la total oposición de la menor que en todo momento insistió en que se quería ir a su casa, que parara y que la dejara en paz».
El acusado abandonó el local, dejando a la joven desaliñada y con sangre en las piernas. La madre de la víctima la recogió tras recibir su ubicación por WhatsApp a las 9.05 horas. Además, a las 9.08 horas la joven envió un mensaje a un amigo: «m han violado».
La joven, junto a su madre, denunció los hechos a la medianoche del mismo día.