La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma celebra este martes y miércoles, a partir de las 09.30 horas, el juicio contra un hombre al que se le atribuye haber violado de forma reiterada a su hija cuando era menor de edad durante más de una década en Mallorca.
La Fiscalía reclama para el procesado una pena de 36 años de cárcel y el abono de 15.000 euros en concepto de indemnización, al considerarle presunto responsable de tres delitos continuados de agresión sexual.
De acuerdo con el escrito de acusación del Ministerio Público, los abusos comenzaron en 2010, cuando la niña tenía cuatro años, y se habrían prolongado, con una escalada en la gravedad de los hechos, hasta 2021, momento en el que la familia interpuso una denuncia ante la Policía Nacional.
Ese primer año, aprovechando que su esposa había salido del domicilio y que se encontraba solo con la menor en la vivienda familiar, el acusado la violó por primera vez. Según la acusación, volvió a agredirla al menos otra vez en 2012 y en distintas ocasiones no concretadas entre 2015 y 2019. El fiscal detalla que en algunos episodios llegó a golpearla para impedir que se resistiera a los tocamientos y agresiones que presuntamente sufría.
Tras el divorcio del matrimonio, las agresiones habrían continuado durante el régimen de visitas fijado judicialmente. En esos periodos, tanto la víctima como su hermano pequeño se quedaban en la casa de la nueva pareja del padre, contexto en el que, según la Fiscalía, se mantuvieron los episodios de violencia sexual.
En 2020, cuando la menor tenía 13 años, el hombre la llevó en su furgoneta hasta el aparcamiento de un antiguo casino abandonado, cerró el vehículo y, mientras la golpeaba y la sujetaba del pelo, la violó nuevamente. Durante el confinamiento decretado por la pandemia de coronavirus se habrían producido, al menos, otros dos episodios de agresiones sexuales.
Como consecuencia de todo ello, la menor ha necesitado tratamiento psicológico y psiquiátrico, y ha tenido que ser ingresada en varias ocasiones debido a pensamientos suicidas y conductas autolesivas.
No fue hasta junio de 2020 cuando un Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Palma acordó la suspensión del régimen de visitas. Posteriormente, en 2022, otro Juzgado de lo Penal le condenó por unas lesiones causadas a su hija. Pese a ello, el acusado no ha estado en prisión preventiva por la causa que ahora será enjuiciada.











