La Fiscalía ha propuesto absolver a la enfermera del centro de salud de Kabiezes en Santurtzi, acusada de fingir la administración de vacunas, debido a un diagnóstico de «eximente completa» por trastorno delirante. Como parte de la medida, se ha sugerido un periodo de 7 años de tratamiento psiquiátrico y la inhabilitación para ejercer en el ámbito sanitario.
Representantes de Osakidetza, el Colegio de Enfermería y la defensa han apoyado esta solicitud. Sin embargo, la acusación particular, que representa a numerosas familias afectadas, aún reclama una sentencia de prisión, aunque reducida a 7 años y 6 meses.
La última audiencia del caso se llevó a cabo en la Audiencia de Bizkaia este viernes, quedando el juicio pendiente de sentencia. Durante el periodo de febrero de 2021 hasta septiembre de 2022, la acusada estuvo asignada al servicio de Pediatría en Kabiezes, donde debía vacunar a 404 niños según el calendario oficial de vacunación.
Después de evaluar el informe de expertos forenses en Psiquiatría, la Fiscalía ajustó su petición inicial, reconociendo que la enfermera sufría de un trastorno por ideas delirantes que anulaban completamente sus capacidades para los actos imputados. De igual manera, se propusieron «medidas de seguridad» que incluyen el tratamiento médico externo y la inhabilitación por daños y falsedad documental.
Por otro lado, la Fiscalía ha demandado una indemnización de 20.000 euros por los costos derivados de la necesidad de reiniciar el proceso vacunal no completado.
La acusación particular ha criticado la presunta ambigüedad del informe psiquiátrico y ha mantenido su acusación, argumentando que la enfermera actuó con plena consciencia y premeditación, poniendo en riesgo la salud pública.