Teresa Peramato tomará posesión este jueves como nueva fiscal general del Estado, en relevo de Álvaro García Ortiz, quien presentó su dimisión cuatro días después de que el Tribunal Supremo le impusiera dos años de inhabilitación por un delito de revelación de secretos contra Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
El primero de los actos está previsto a las 10.30 horas en el Salón de Plenos del Supremo. La ceremonia estará presidida por la titular del alto tribunal y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Isabel Perelló, y contará con la asistencia de la Sala de Gobierno, entre ellos el presidente de la Sala de lo Penal, el magistrado Andrés Martínez Arrieta, responsable de la redacción de la sentencia contra García Ortiz.
Posteriormente, a las 12.00 horas, tendrá lugar un segundo acto institucional en la sede de la Fiscalía General del Estado, situada en la calle Fortuny, a unos 500 metros del Supremo. En ese encuentro, está previsto que Peramato dirija unas palabras a la cúpula de la carrera fiscal.
Ya el pasado 4 de diciembre, la fiscal se comprometió a “sanar” la “herida” que ha dejado en la Fiscalía la condena a su predecesor. Así lo manifestó ante la Comisión de Justicia del Congreso encargada de valorar su idoneidad para el puesto, pocos días después de que el CGPJ avalara por unanimidad que reunía las condiciones legales para asumir la jefatura del Ministerio Público.
Peramato fue propuesta por el Gobierno para el cargo de fiscal general el 25 de noviembre, cinco días después de que el Supremo hiciera pública su decisión de condenar a García Ortiz. Sin embargo, no ha sido hasta esta semana cuando se ha difundido íntegramente la resolución, en la que el alto tribunal concluye que el jefe de la Fiscalía “no puede responder a una noticia falsa mediante la comisión de un delito” de revelación de secretos.
El Consejo de Ministros formalizó su nombramiento el martes. Al día siguiente, Peramato prometió el cargo ante el Rey Felipe VI en un acto celebrado en el Palacio de la Zarzuela, al que asistieron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, entre otras autoridades.
La cuarta fiscal general en la etapa de Sánchez
La nueva fiscal general del Estado acumula 35 años de trayectoria y sobresale, especialmente, por su dedicación a la lucha contra la violencia de género y por su perfil progresista. Licenciada en Derecho por la Universidad de Salamanca, su ciudad natal, ingresó en la carrera fiscal en 1990 y ha pasado por distintos destinos —Tenerife, Valladolid y Barcelona— antes de establecerse en Madrid, donde en 2005 fue designada fiscal delegada para la sección de violencia sobre la mujer.
Se convierte en la cuarta persona al frente de la Fiscalía General del Estado durante los Gobiernos de Pedro Sánchez, tras los mandatos de María José Segarra (junio de 2018 a enero de 2020), Dolores Delgado (febrero de 2020 a julio de 2022) y García Ortiz (agosto de 2022 a noviembre de 2025).
El Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal fija que el mandato de Peramato será de cuatro años. Solo podrá cesar antes de ese plazo por cinco causas: a petición propia, por incurrir en alguna de las incompatibilidades o prohibiciones legales, por incapacidad o enfermedad que le impida ejercer, por incumplimiento grave o reiterado de sus funciones, o cuando cese el Gobierno que la propuso.
Una vez designada fiscal general del Estado, no podrá ser nombrada de nuevo para el mismo puesto, salvo que hubiera desempeñado el cargo durante un periodo inferior a dos años.











