El Tribunal Supremo ha confirmado el apoyo a un padre que acusó a su esposa de registrar una conversación telefónica con sus hijos menores y enviarla a un grupo de WhatsApp de la clase de primaria de uno de ellos, que incluía a 23 miembros. La madre ha sido sentenciada a dos años y medio de cárcel y una multa de 2.700 euros, tras ser considerada culpable de un delito de revelación de secretos que afectó a los niños.
Según la sentencia de la Sala de lo Penal, redactada por el magistrado Ángel Hurtado y divulgada por Europa Press, se reconoce que los menores fueron ‘sujetos pasivos’ del delito. Este hecho tuvo lugar en abril de 2021, en medio de un proceso de separación de los padres. La madre grabó la llamada ‘sin el consentimiento de los intervinientes’ y esa noche compartió el audio en el chat grupal.
Tras una condena inicial en un juzgado de Cuenca, el padre apeló buscando una sentencia más severa, argumentando que se debía aplicar una agravante por ser las víctimas menores de edad. A pesar de que la Audiencia Provincial mantuvo la condena inicial, el padre llevó el caso al Supremo, que finalmente le dio la razón ampliando la condena de la madre.
En su decisión, el Supremo destacó que los derechos a la intimidad y al secreto de las comunicaciones de los niños habían sido violados, y subrayó que el hecho de que el padre no denunciase en nombre de sus hijos no impide aplicar la agravante a la madre. Además, refirió a la rápida eliminación del mensaje por parte de la madre, que complicó la aplicación del artículo 197 del Código Penal, que prevé penas más severas cuando la información se difunde a terceros.